Ayer, después de salir de Donosti y recorrer 193 kms., acabé durmiendo a 60 kms. de casa. Como siga dando estos rodeos, para llegar a Galicia voy a tener que hacer 5.000 kms. Fue una primera etapa muy cantábrica, como para despertar los sentidos después de estos últimos días con tantísimas horas ante el ordenador. Un día radiante, carretera con curvas y contracurvas al borde del mar, aroma oceánico (especialmente al pasar por Conservas Ortiz, en Zumaia), y unos vahos de eucalipto como los de infancia entre Ondarroa y Lekeitio.
Tiré por la costa: Lekeitio, Gernika, Mundaka, Bermeo, hasta San Juan de Gaztelugatxe. Y cuando ya sólo me faltaban dos saltos de pulga hasta Bilbao, vuelta p'atrás hasta Berriatua, el pueblo de Iñaki, casi en la muga con Guipúzcoa. Encontré al editor y sin embargo Iñaki estercolando la huerta de su padre (no se entienda mal: esparciendo estiércol ajeno). Y menos mal que llegué tarde, a las 18.30, porque me metió un tremendo tour guiado por el valle del Artibai. Mereció la pena, porque así supe que Berriatua es una potencia mundial en idi probak (arrastre de piedra con bueyes). En una crónica sobre una prueba de bueyes en la que participaba el equipo de su pueblo, Iñaki escribió que en un momento ya no se distinguía quiénes eran más animales, los cuadrúpedos que tiraban de la piedra o los bípedos que los azuzaban. Los bípedos leyeron la crónica al día siguiente, se indignaron (no sé muy bien por qué), la fotocopiaron y la pegaron en el frontón del pueblo. Creo que Iñaki pasó una temporada en Swazilandia.
Iñaki me enseñó las joyas del valle: una hermosa casa-torre; un terrorífico balneario en ruinas; la colegiata de Ziortza; un extraño cúmulo de crucifijos, recortes de prensa fotocopiados y estatuillas de la Virgen, levantado al pie de la carretera por un hombre al que se le apareció la imagen de la Virgen en unas raíces de un árbol; unas enormes canteras con paredes de 50 metros ("el mayor frontón de Euskadi", me dijo, y había pintadas ecologistas "No a la cantera": se ve que después de este año horribilis ya quieren traer extranjeros al Athletic).
Y, lo mejor, me llevó a la casa y taller del escultor Mikel Ángel Lertxundi, que expuso sus obras de piedra, hierro y madera con Chillida en Alemania, que monta exposiciones internacionales, que gana premios por ensayos de Filosofía, que tiene obras repartidas por mil sitios... menos en Berriatua, donde parece que no le hacen mucho caso, la verdad. Y dice Iñaki que a semejante escultor en el pueblo le llaman... pikapedrerue. Nadie es croqueta en su tierra.
Anoche estuve a punto de suspender el viaje después de cenar en casa de Unai y María -prima de Iñaki-, porque después de la impresionante tortilla de patatas, los pimientos fritos, el queso con membrillo y las fresas con leche condensada, esto ya sólo puede ir a peor.
Pero voy remontando: estoy en Bilbao y ya he tomado el café con el experto en panteras. Ahora salgo hacia Balmaseda y ya entraré en Burgos, en el valle de Mena. A ver si encuentro buena morcilla con arroz, para no dar el salto brusco de la cena de ayer a la probable lata de garbanzos con verduras de hoy.
11 mayo 2006
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6 comentarios:
Egun on Ander
Hay que cenar menos y desayunar MAS, sobre todo por los kilometros que te vas a meter durante el día.
ESNABIDE
¿No me digas que a esa cena no añadiste una copa del excelente patxaran de Berriatua?
No sé si te has dado cuenta de la importancia que la gastronomía va cobrando en tu blog. La estás confundiendo con la astronomía, que es lo que se espera de un véspico contemplador de la naturaleza.
¿Era experto en panteras o en tigres? Mira esto:
http://www.youtube.com/watch?v=-Lw1JLlfS9A
Tigres, leones, todos quieren ser los campeones...
El bonito de Ortiz es cojonudo
¿¿Ein??
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