14 junio 2006

Cuatro viajeros





El interior de Tarragona también es un paraíso replegado: sierras y gargantas, bosques de encinas, pinos y castaños, olivares y viñedos, masías y monasterios fortificados. Esta mañana, en una carreteruela de las montañas de Prades me he topado con Steven, un suizo que hace dos años salió de su país, a pie y con el burro grande de la foto. En Francia decidió comprar el carrito para llevar el equipaje y un segundo burro, el pequeño, el de los patucos, para ampliar la plantilla. El perro se lo regalaron en una aldea. Al principio los burros le daban bastante guerra, porque no querían caminar, pero ahora los cuatro se llevan muy bien. Recorren 15 kilómetros diarios, 20 como mucho. Calculan que hoy debe de ser 10 de junio o algo así (no van mal: es 14) y esperan llegar a Gibraltar en noviembre.

De mayor quiero ser como Steven, para aprender a viajar (y a vivir) cada vez más despacio y con menos cosas y menos necesidades.

(En la foto hay un detalle que Erri-Berri no pasará por alto).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La gorra pues... Saludos

Anónimo dijo...

Igual que tus zapatillas, las botas de Steven también podrán pasar al Museo Nacional, y también podríais competir con lo del Moreno Agromán.

Anónimo dijo...

De esas fotos y esta historia, lo menos interesante, sin duda, es la gorra del Reial Club Deportiu Espanyol. ¡Qué historia, tío!

Anónimo dijo...

Con erri-berri. Vespander, esta historia se ajusta a lo que me contaste el otro día: viajar despacio, cada vez más despacio, sin anclajes insustanciales.

Anónimo dijo...

Algunos tampoco sabemos en que día vivimos, pero por todo lo contrario. De mayor también quiero ser como Steven!
Queda felicitado, pero no me ha tocado langosta!