02 junio 2006
Tinto y bacterias sevillanas
Aquí van las fotos prometidas del río Tinto. Espectacular, ¿eh? Y esto tiene relación con uno de los motivos por los que Sevilla me gustó tanto: en las callejuelas de la antigua judería encontré los parientes humanos de las bacterias litotróficas de Riotinto. El eslabón perdido entre las bacterias y los humanos son un par de familias gitanas que regentan la pensión sevillana en la que pasé noche.
La pensión está en una callejuela de dos metros de ancho. Encontré una puerta abierta, entré y descubrí un patio embaldosado y con macetas, árabe total. En una esquina, tres gitanos, una gitana y una paya brasileña -así la llamaban- charlaban y bebían cerveza. Pregunté si tenían una habitación para pasar la noche y cuánto costaba. La respuesta fue: "¡¡Migueeeeeé...!!". Y ya. Ellos siguieron charlando y bebiendo. Yo me quedé de pie un par de minutos. Hasta que de la planta superior bajó el tremendo Migué, un gitano enorme, con su camisa abierta y un enorme colgante dorado de la Virgen del Rocío medio escondida entre la pelambrera amazónica del pecho. Veinte euros la noche. Y me dio una habitación del patio, a diez metros de la mesa donde charlaban y bebían.
A las 20.30 salí a dar una vuelta por Sevilla. La ciudad me encantó, como ya he dicho, pero los detalles quedan para otra vez. El asunto es que volví a la pensión después de cenar y pasear por la orilla del Guadalquivir, a eso de las 23.30. Y allí estaban, sentados a la mesa, charlando, bebiendo, con ocho o diez litronas ya vacías, los mismos de antes más el propio Migué. Buenas noches, buenas noches, hasta mañana.
A las 9 de la mañana salí al patio -donde metí la vespa, por cierto- y no había ni blas: sólo la mesa de plástico con una litrona, la litrona final de la noche anterior, me imagino. Dejé una nota sobre la mesa: voy a dar un paseo, volveré hacia el mediodía para recoger el equipaje.
Volví al mediodía y, ¿sabéis qué escena encontré? ¡No! ¿De verdad? Migué, el resto de los gitanos y la paya brasileña, sentados, charlando, fumando y bebiendo cerveza. La sabia vida de las bacterias.
(Ayer, preciosa etapa: Sevilla-Sanlúcar de Barrameda (donde por fin brilló una luz andaluza de verdad)-Chipiona (no noté nada, sólo unas velas y unas flores bajo la estatua de la extinta)- Cádiz (preciosa y traidora: bajé a sacar fotos de unas dunas costeras y el vendaval me tiró la vespa, no pasó nada, sólo una abolladura para presumir de ella a la vuelta)- Vejer de la Frontera - El Palmar. Hoy sigo zarandeado por estos terribles vientos gaditanos. Os escribo desde Tarifa, donde he visto la silueta brumosa de África. Y eso emociona. Esa visión me ha encendido uno de esos momentos eufóricos de los viajes, en los que parece fácil seguir rodando por el mundo, saltar de continente en continente, por qué no subir al ferry y vespear hacia El Cairo o Dakar o Tombuctú. Pero, en fin, tengo amigos y arroz con conejo esperando en Murcia, que no es manca).
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14 comentarios:
Las fotos, un poco españolistas, me temo. Hieren la sensibilidad del Rudo Hombre del Norte.
El relato gitanil, espléndido.
¿Vas a subir a Cataluña? Si te da tiempo, léete "Tor. La montaña maldita", de Carles Porta (Anagrama) y pásate por allí: de paso, te asomas a Andorra.
Estás por esas tierras que, si no hay cambio de planes final, visitaré este verano, en la época más recomendable por sus agradables temperaturas. Ya me harás una recomendación.
Si tengo calor ya pasaré a que nos inviten a un trago Migué y sus coleguitas ;-)
Las fotas preciosas. El cuento de los gitanos, me suena conocido. Se ve mucho por América del Sur, pero no son gitanos.
Me gustó el comentario de peter.
Una pregunta, te llegó la foto de Riotinto?
Saludos
Fantástico. Aunque aquí lo que falta es la foto derrr Migué...
Es verdad, estoy con davidalvarez: falta la foto del personaje del día.
Ojo con Murcia, que como haga calor, los efluvios que emanan del Segura se te quedarán en la pituitaria para los restos.
He echado de menos algún aprón con testimonio gráfico de esa "luz andaluza de verdad" y del Rocío... pero salvo estas pequeñas lagunas, enhorabuena por el blog.
Lamento informar que el blog se ha vuelto un poco tonto y no me deja escribir una nueva croniquilla. Espero que no se encabezone demasiado tiempo y pronto pueda contar la excursión al Pico Veleta (3.392 metros) y algunas curiosidades sobre Sierra Nevada. Acabo de visitar la Alhambra esta mañana, y qué puedo decir. Quizá lo que decía aquella señora donostiarra: no hay nada como la Plaza Guipúzcoa. Saludos desde Granada,
El autó
¡Salta, salta!
Cuidado, tengo un amigo murciano muy enfadado porque cuando empieza el verano y las olas de calor, los del telediario siempre se van a los termómetros esos de la calle en Sevilla, esos que marcan 40º porque les da el sol de plano. Mientras, en Murcia capital, están a 42º a la sombra y nadie se acuerda de su sufrimiento. Mi homenaje para ellos y su ensaladilla.
Viva la marinera de Murcia, ésa que Iñigo Alfonso me dijo una vez "pues si es ensaladilla rusa de la que hace mi madre en Navidad encima de un palitroque", exaaaaaaacto, pero cuando te la tomas en la plaza de las flores con una cervecita fresca, uf, te sienta de maravilla y te olvidas de las navidades familiares para disfrutar con las alegrías culinarias de cada región. Yo que siento los 42º estoy con el amigo de eri-berri y sentir los 42 siendo de Vitoria... se hace un poco más duro...
Me encanta que gusiluz75 hable de Murcia. Es casi la versión opuesta a la mía. Aunque, sinceramente, el plan "marineras en Plaza de las Flores" me encanta.
No llames bacterias a los gitanos,es racista.Mejor llama bacterias a los jóvenes que se destrozan el hígado y los pulmones bebiendo y fumando como locos los sábados.
Qué tontería, anónimo. Sólo digo que esas familias llevaban un modo de vida similar al de las bacterias (en una evidente exageración de intención humorística, otra cosa es que no te haga gracia), me da igual que sean gitanas o quechuas. ¿De dónde sacas que yo llamo bacterias a los gitanos? ¿Por qué no interpretas que también llamo bacterias a los brasileños? Desde luego, qué capacidad para encontrar ofensas en cualquier esquina.
Qué tontería, anónimo. Sólo digo que esas familias llevaban un modo de vida similar al de las bacterias (en una evidente exageración de intención humorística, otra cosa es que no te haga gracia), me da igual que sean gitanas o quechuas. ¿De dónde sacas que yo llamo bacterias a los gitanos? ¿Por qué no interpretas que también llamo bacterias a los brasileños? Desde luego, qué capacidad para encontrar ofensas en cualquier esquina.
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